miércoles, 5 de septiembre de 2012

LA RADIO HA MUERTO, ¡Viva la Radio!






‘La radio ha muerto, ¡viva la radio!’ es un documental interactivo que acompaña al usuario en la aventura de descubrir el actual panorama de la radio en internet, los retos a los que se enfrenta y hacia dónde va el futuro del medio.
Con la participación de las cinco principales cadenas de alcance nacional (Cadena SER, Onda Cero, Radio Nacional, COPE y ABC Punto Radio), varias autonómicas y todo un elenco de expertos en la materia, se analizarán aspectos como la integración de redacciones, la relación con otros medios del mismo grupo, los contenidos de la web, la rentabilidad, el uso de las redes sociales o el streaming de los programas de radio.


La radio atraviesa un momento crucial de su historia con la adopción de las nuevas tecnologías y el salto a internet, al que llega con cierto retraso respecto a la palabra escrita. Se enfrenta a una redefinición de sus rutinas productivas, de sus estructuras profesionales y su modelo de negocio. Una transformación que cada emisora está afrontando de la mejor manera posible, sorteando a duras penas las dificultades añadidas que plantea el adverso escenario económico que nos ha tocado vivir.

Como es propio de los momentos de incertidumbre, en el sector se escuchan opiniones diversas, incluso contradictorias, sobre los derroteros que ha de tomar la radio en un panorama eminentemente audiovisual donde su histórica hegemonía sobre la inmediatez se ve amenazada por el caudal constante de las redes sociales. Los hay que anuncian a bombo y platillo la muerte de la antena, de la tradicional radio de magazín de cuatro horas y boletín informativo a las en punto.
Pero las cifras contradicen a los más agoreros. Las ondas siguen cautivando oyentes, los datos de audiencia crecen con cada oleada del EGM y la publicidad, a diferencia de lo que sucede en el papel, resiste como don Tancredo mientras los anunciantes huyen de las embestidas del toro de la crisis. ¿Pero qué pasa con la radio en internet?
Que el abanico de posibilidades abiertas es enorme, como también lo son los retos que debe afrontar aquel que se decide a aprovecharlas. ¿La web de la radio es exclusivamente una plataforma de audio? ¿Cómo la rentabilizamos? ¿Qué diferencia hay entre un podcast y la programación convencional? ¿Qué papel juegan las redes sociales en todo esto? ¿Tienen algún sentido la radio ‘que se ve’? ¿Cuál debe ser la relación con el resto de medios de un grupo?
A todos estas y muchas otras preguntas intenta dar respuesta ‘La radio ha muerto, ¡viva la radio!’, que como la cita de Nietzsche a la que alude mira la realidad con una mezcla de desasosiego nihilista y esperanza en el cambio. Los ‘bits’ no van a matar a la radio, pero sí obligan a redefinir nuestra idea de antena y avanzar hacia un medio del futuro que vuelva a ganarse las salvas de aprobación de sus oyentes.

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